|
|
Cambiemos a mejor
|
La pandemia del coronavirus y la situación de confinamiento que padecemos van a marcar un antes y un después en nuestra vida. No solo me refiero a nuestra vida privada, también a nuestro futuro como sociedad. Esos cambios van a ser profundos: ya están afectando a la actividad académica, al modelo económico, al sistema de valores, posiblemente también al sistema político.
Debo citar, como rectora, la importancia decisiva que la investigación y el conocimiento van a tener en la solución a esta pandemia. Solo la investigación permitirá paliar sus efectos y prevenir, para el futuro, brotes de la misma gravedad, pero hoy quería centrar mi reflexión, sobre todo, en el plano personal. Esta crisis va a tener, en algunas personas, efectos psicológicos no deseados: irritabilidad, ansiedad, depresión, desesperanza… El impacto que hemos recibido puede convertirse, a medio plazo, en una crisis moral: aumenta la incertidumbre, se disipan las certezas, y el mundo no parece tan estable y seguro como habíamos creído.
Debemos reinterpretar esta situación en positivo, reinventarnos como personas: el largo confinamiento puede servir para encontrar nuevos matices en nuestra relación con los seres más queridos, para llamar o escribir a amistades de las que nos había alejado la vorágine diaria. Podemos, incluso, intentar ser algo mejores.
Decía al principio que iban a cambiar muchas cosas, pero todo podría empezar porque cambiáramos nosotros, nosotras, y que ese cambio fuera para mejor.
Salud,
|
Nekane Balluerka
Catedrática de Metodología de las Ciencias del Comportamiento. Rectora de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
|
|
|
En portada
|
Mohsen Nabil / Shutterstock
Elena Gómez Díaz, Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra (IPBLN-CSIC); Israel Cruz Mata, Instituto de Salud Carlos III
El continente es especialmente sensible a la pandemia, pero también ha aprendido muchas lecciones de emergencias anteriores.
|
Viacheslav Lopatin / Shutterstock
Josep Lloret, University of Girona; Elisa Berdalet Andrés, Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC); Lora Fleming, University of Exeter; Rafael Abós-Herràndiz; Sam Dupont, University of Gothenburg; Yonvitner Yonvitner, IPB University
El Covid-19 es una experiencia dolorosa, pero también nos proporciona excelentes lecciones de ciencia.
|
Urbans / Shutterstock
María Ángeles Verdejo Espinosa, Universidad de Jaén
La demanda de energía eléctrica ha disminuido considerablemente en los últimos días, sobre todo en el sector industrial.
|
Sofia Apkalikova / Shutterstock
Francesc Salvador Beltran, Universitat de Barcelona
Tener perro reduce el sedentarismo, beneficia la salud cardiovascular, previene el asma y ayuda a recuperarse más rápido en caso de sufrir un ataque cardíaco.
|
Serhii Yushkov / Shutterstock
Octavio Salazar Benítez, Universidad de Córdoba
El autor insta a la ciudadanía a no bajar la guardia para que las medidas decretadas por el Gobierno para un periodo limitado al fin de la emergencia sanitaria no se traduzcan en una merma de derechos básicos y sociales.
|
Cueva de las Manos, Santa Cruz, Patagonia, Argentina.
Damian Ryszawy / Shutterstock
Francisco Javier Martínez Contreras, Universidad de Deusto
No hay modo de superar la crisis social del coronavirus si no es subordinando preferencias individuales a medidas colectivas que, restringiendo su ejercicio, las protegen y nos protegen a todos.
|
BERMIX STUDIO / Shutterstock
Julián Villodre, Universidad Autónoma de Madrid; J. Ignacio Criado, Universidad Autónoma de Madrid
Hemos analizado el impacto y la función de las etiquetas más utilizadas en Twitter por administraciones y ciudadanos durante las primeras semanas de la crisis de COVID-19.
|
Dos trabajadores textiles en un taller del suburbio indio de Dharavi, Bombay.
Paul Prescott / Shutterstock
María Ángeles Cadarso, Universidad de Castilla-La Mancha; Ángela García-Alaminos; Fabio Monsalve Serrano, Universidad de Castilla-La Mancha; Jorge Enrique Zafrilla Rodríguez, Universidad de Castilla-La Mancha
En los países desarrollados los trabajadores tienen altos niveles de protección, pero ¿somos conscientes de qué condiciones de trabajo esconden los productos que importamos?
|
Capricorn Studio / Shutterstock
Isidra Recio Sánchez, CIAL-CSIC Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación; Rosina López-Alonso Fandiño, CIAL-CSIC Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación
¿Hay motivos para evitar la leche de vaca? No salvo que seas alérgico o intolerante a la lactosa. Porque contiene proteínas de alta calidad nutricional, calcio, vitaminas y ácidos grasos esenciales.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|