En España la biodiversidad es de las más altas de Europa. Hay alrededor de 85 000 especies de seres vivos. De ellas, 941 están en régimen de protección especial y 192 en peligro de extinción. Una de esas especies en riesgo de desaparecer es el Ursus arctos, el oso pardo.

Actualmente hay dos poblaciones aisladas de este plantígrado en el territorio español: en la Cordillera Cantábrica, con alrededor de 200 individuos, y en los Pirineos, con unos 40.

Dos miembros del Grupo de Investigación del Oso Cantábrico (Alejandra Zarzo-Arias, de la Universidad de Oviedo, y Vincenzo Penteriani, del Instituto Pirenaico de Ecología—CSIC) firman un artículo en el que explican que en Asturias todavía hay muchos territorios adecuados para la expansión de los osos pardos, pero son zonas pobladas, por lo que habrá que seguir de cerca cómo se produce esa convivencia entre el humano y el plantígrado. Todo ello, claro, si el cambio climático no lo impide.

Precisamente, la lucha contra el calentamiento global y sus consecuencias es la bandera de una de las exponentes de la Generación Z, la estudiante sueca de 16 años Greta Thunberg, cuyas intervenciones en los foros internacionales han dejado pálido a más de un dirigente mundial. Ahora, las empresas estudian cómo incorporarse a esa ola activista postmilenial, como explican Vanina Farbern y Patrick Reichert, de la IMD Business School.

Salud,