Desde su fundación en Australia hace ocho años, The Conversation se ha caracterizado por exponer problemas y plantear soluciones.
Pero hay ocasiones en las que cuesta sostener el discurso optimista, como, por ejemplo, en este Día Mundial del Medio Ambiente.
José Luis Yela García, profesor de Zoología y Conservación Biológica de la Universidad de Castilla-La Mancha, describe el panorama social frente a la crisis climática:
Todos los indicadores nos dicen que las cosas no van bien y que las respuestas siguen siendo tímidas o inexistentes.
Mientras los científicos avisan de que el planeta será invivible en pocas décadas, y los jóvenes exigen un cambio de rumbo organizando su Rebelión contra la Extinción, las respuestas de los políticos van desde negar la mayor, animando a que profundicemos en el aprovechamiento máximo e intensivo de los recursos naturales, a plantear tímidamente poner tiritas para contener la hemorragia.
Este 2019, el asunto que centra la jornada de concienciación es la contaminación del aire, y António Guterres, secretario general de la ONU, ha traducido a palabras algunas de las soluciones:
“Es hora de actuar con contundencia. Mi mensaje a los gobiernos es claro: gravar la contaminación, dejar de subvencionar los combustibles fósiles y dejar de construir nuevas centrales de carbón. Necesitamos una economía verde, no una economía gris”.
Pero, por ahora, siguen siendo palabras.
Salud,
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