Ahora que ya comenzamos a aceptar que el futuro está condenado a vivir solo de energías renovables (al menos, si queremos que haya futuro), la energía solar fotovoltaica es actualmente la más desarrollada y competitiva respecto a otras alternativas no sostenibles.

Sin embargo, todavía hay que salvar un escollo para gestionar dicha energía, dado su carácter intermitente, y aprender a almacenarla cuando exista excedente para las épocas de sequía energética.

María Retuerto Millán, Miguel Antonio Peña y Sergio Rojas Muñoz, investigadores del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP-CSIC), apuestan por el hidrógeno como sistema de almacenamiento que permita cubrir la demanda necesaria, acumular a largo plazo y hacerlo con grandes cantidades de energía.

Que tengan un buen martes.