Buenos días:

Cerca de 200 000 prisioneros pasaron por el campo de concentración nazi de Mauthausen entre 1938 y 1945. Murieron más de la mitad.

Mauthausen tenía la calificación de categoría III, reservada a los campos con el régimen más duro. Los presos eran sometidos a toda suerte de atrocidades: experimentos pseudocientíficos, palizas, trabajos forzados subiendo pesados bloques de piedra por los 186 escalones de la mina del campo (la “escalera de la muerte”). A la mayoría le aguardaba la cámara de gas.

Esta historia es bien conocida. Jordi Domènech y Juan J. Fernández, profesores de la Universidad Carlos III de Madrid, han analizado una historia no tan conocida: el perfil de los deportados republicanos en este campo de concentración. Según su estudio, 7 249 exiliados españoles fueron enviados a Mauthausen entre agosto de 1940 y mayo de 1945, de los cuales perecieron 4 747.

Pese a que la experiencia fue letal para la gran mayoría de los prisioneros españoles, en torno a un tercio sobrevivió y dicha supervivencia está asociada a características socio-demográficas de los deportados.

Aunque el margen de maniobra de los prisioneros en Mauthausen era exiguo, concluyen los autores en el artículo que abre hoy la edición de The Conversation España, algunos de ellos fueron capaces de adaptarse a la maquinaria infernal del campo de exterminio y aprovecharon sus capacidades profesionales y sus relaciones sociales para sobrevivir en un entorno hostil. 

Salud,