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Artículo destacado:

El mundo de las pseudociencias está lleno de mensajes erróneos que indican que nuestros padecimientos pueden encontrarse en vivencias traumáticas anteriores. Por ejemplo, según la biodecodificación, el cáncer se produce por una mala gestión del estrés psicológico. Algo absolutamente desligado de la realidad científica, ya que hace tiempo que sabemos que el origen  del cáncer se encuentra en los daños causados en el ADN de las células por agentes físicos, químicos o biológicos, y nada más.

Lo más absurdo es que esta pseudociencia postula que cada tipo de tumor se corresponde con un conflicto específico, como nos explica hoy Guillermo López Lluch, Catedrático de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide. Así, el cáncer de pulmón tendría que ver con el miedo a morir y para nada con el tabaco o la contaminación. El cáncer de hígado con carecer de sustento y no con el consumo alcohol, sufrir hepatitis o las dietas desequilibradas. Y el de riñón con la soledad o el abandono y no con la función principal del riñón, que es la de filtrar todas las toxinas del cuerpo.

Para colmo de males, otra propuesta llamada bioneuroemoción recurre a terapias de relajación y meditación para eliminar los conflictos y los pensamientos dañinos. Y con ellos, promete hacer que desaparezca el cáncer.

Lo malo de estas pseudoterapias sin pies ni cabeza es que ponen en peligro a pacientes que, en su intento de luchar contra el cáncer, se echan en brazos de cualquiera que les abra una puerta a la esperanza, abandonando la medicina que sí funciona.

Salud,