Buenos días:

El 13 de diciembre de 1941 los habitantes de Huaraz, en Perú, fueron testigos de cómo un torrente de agua, hielo y rocas se precipitaba sobre la ciudad, destruyendo gran parte de ella y provocando la muerte de al menos 2 000 personas. El lago Palcacocha, de origen glaciar, se había desbordado, provocando la catástrofe.

Se prevé que este tipo de inundaciones repentinas aumenten su frecuencia debido al calentamiento global. “El efecto aditivo de la fusión, por una parte, y el descenso de precipitación nival, por otra, está generando la pérdida acelerada de masa glaciar”, explica el investigador de la Universidad Rey Juan Carlos Javier Lillo Ramos en el artículo que abre este resumen de la semana que termina.

Como resultado, el desprendimiento de grandes fragmentos de hielo y el aumento de agua en el interior de los glaciares pueden provocar peligrosos torrentes y avalanchas. Si bien es muy difícil prevenirlas, la vigilancia de las áreas glaciares permite evaluar el riesgo y actuar para reducirlo, por ejemplo, extrayendo el agua acumulada.

Otra grave consecuencia del cambio climático, la globalización y la degradación de los hábitats es la expansión de enfermedades como las causadas por virus. Esta semana, el catedrático de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi nos ha hablado de la alarmante transmisión entre mamíferos del virus de la gripe H5N1 y el catedrático de la Universidad de Salamanca Raúl Rivas González ha analizado el aumento de la incidencia del dengue, que en el 2024 está afectando especialmente a países como Argentina, Paraguay y Brasil.

Salud,