Buenos días:

Todavía no se conocen sus condiciones exactas ni todos los privilegios que supondrá para sus portadores, pero ya sabemos que habrá pasaporte de vacunación. La Comisión Europea planea presentarlo el próximo 17 de marzo, a pesar de que todavía existe desacuerdo entre los estados sobre su aplicación.

La finalidad del certificado inmunitario, que permitirá a sus dueños viajar a otros países, es levantar las restricciones generales a las que obliga la seguridad sanitaria y favorecer con ello una economía muy dañada. Pero ha despertado dudas acerca de sus implicaciones tanto para la salud como éticas.

Como advierte Fernando Flores (Universitat de València) en el artículo que abre esta recopilación de los publicados esta semana, el pasaporte podría ir en contra de dos derechos fundamentales recogidos por ley: “El derecho a no ser discriminados en función de una situación personal o social, y el derecho a que nuestros datos de carácter personal sean protegidos rigurosamente”.

Algunos grupos de población sufrirían un trato desigual. No podrían acceder al certificado las personas que no hayan recibido todavía la vacuna, las que no puedan ponérsela y los habitantes de países con menos recursos, entre otros.

Salud,