Buenos días,

Todo aquel que tenga un perro conoce la emoción tan intensa que siente cuando su dueño vuelve a casa tras un día de trabajo. ¿Podemos negar entonces que estos animales también son conscientes, que experimentan el mundo y tienen sensaciones, que se emocionan y disfrutan del olor de una flor?

Es el argumento que plantea Sergio Escamilla Ruiz, de la Universidad Miguel Hernández, y que hace extensiva todos los mamíferos. No es solo cosa suya: en la Declaración de Cambridge de 2012, un conjunto de neurocientíficos expertos en consciencia llegó al consenso de que, como mínimo, todos los mamíferos y las aves son conscientes.

¿Las aves? Pues sí. “Algunas aves (como los cuervos o los loros) tienen mayor densidad de neuronas que el cerebro humano, presentan conductas muy complejas y demuestran una gran inteligencia”, aclara el autor. Incluso hay evidencias que indican que crustáceos como los cangrejos, insectos como los abejorros y cefalópodos como los pulpos también tienen la capacidad de experimentar el mundo.

Quizás es que la consciencia ha estado ahí desde el principio y es una característica inherente a los animales. Incluso, por qué no, compartida con las plantas, una posibilidad que muchos científicos ya exploran.

Salud,