Buenos días:

Pasar de estar en una relación perfecta a estar en una en la que se ejerce violencia implica recorrer un camino más corto de lo que parece. En España, según un estudio llevado a cabo en universitarios, la violencia en la pareja está presente en el 53,2 % de la población. Son cifras preocupantes, sobre todo teniendo en cuenta la edad a la que se refieren.

Se denomina ‘violencia de noviazgo’ a “cualquier comportamiento abusivo, coercitivo o violento que ocurre dentro de una relación de pareja en la que ambos miembros están involucrados en una relación romántica o sexual, con una intensidad y duración variable”. Esto implica, por supuesto, daños físicos y abusos sexuales, pero también daño psicológico, despotismo social y agresividad verbal.

Como explican Esperanza Barroso Corroto y Juan Manuel Carmona Torres, de la Universidad de Castilla-La Mancha, llegar al punto de ejercerla, o ser víctima de ella, depende de muchas variables personales y sociales. Hay factores que la favorecen, como son el recurrir a la violencia en general para solucionar conflictos, no ser capaz de expresar qué queremos y sentimos o creer y sostener que un sexo es superior al otro. También hay otros factores que ayudan a aceptarla. Entre ellos está la exposición previa a la violencia, y a su implementación gradual, la aceptación de los roles tradicionales y sexistas de género o la perpetuación del mito del amor romántico.

La buena noticia, como explican los autores, es que está en nuestras manos prevenirla y evitar que las generaciones más jóvenes crezcan pensando que es algo normal.

Salud,