¿No aparecen imágenes? Versión web ![]() El español que imaginó el mundo del gran GatsbyBuenas tardes, soy Claudia Lorenzo Rubiera, editora de Cultura. Un viernes más vuelve a su bandeja de entrada Suplemento cultural. Hace unos meses, editando un artículo que mencionaba a Xavier Cugat, el músico de origen español que triunfó en Estados Unidos, leí parte de su biografía, en la que se hacía referencia a su hermano, Francis, que había sido artista y diseñador gráfico. Con admiración comprobé que su obra más destacada había sido la creación de la portada de la primera edición de El gran Gatsby. En España es menos conocida pero, en Estados Unidos, esa imagen de unos ojos anhelantes sobre fondo azul, con la silueta de Coney Island en la parte inferior, es una referencia que se ha utilizado en multitud de objetos y merchandising. Se dice que la sobrecubierta de El gran Gatsby es la pieza de papel más cara del coleccionismo de libros del siglo XX. ![]() Y su diseño, además de concentrar las tendencias del momento, impactó directamente en el trabajo de muchos artistas. El primero de ellos, el propio autor de Gatsby, Francis Scott Fitzgerald, quien, tras verla, incorporó la ilustración a la narración. Así se ve en la frase “A diferencia de Gatsby y Tom Buchanan, yo no tenía una chica cuyos rasgos incorpóreos flotaran en las cornisas oscuras y los cegadores anuncios luminosos, así que atraje hacia mí a la chica que tenía al lado, estrechándola entre mis brazos”. Se cree que fue la primera vez en la que el arte encargado para ilustrar un libro “entró” en el contenido del mismo. Hoy, con motivo del centenario de la novela (y de esa primera edición) el 10 de abril, Juan Carlos Gauli Pérez desentraña la creación de esa portada y Eulalia Piñero Gil repasa los secretos de este clásico de la literatura. ![]() Dentro de las disciplinas que me fascinan destaca el marketing y, sobre todo, la investigación real que cada una de sus decisiones tiene detrás. Como usuaria, yo misma habría podido decirle a Elon Musk que, cuando decidió cambiarle el nombre a Twitter a X, no había tenido en cuenta la cabezonería de los usuarios. Después de todo, pensaba en la experiencia de Frigo, que sustituyó la marca "Comtessa" por "Viennetta" y, veinte años después, tuvo que dar marcha atrás porque aquello no agarraba entre sus clientes, que seguían demandando la tarta utilizando el nombre original. Pero claro, mis teorías, basadas en la experiencia de la gente de mi alrededor, eran poco científicas. Ahora la neurociencia explica cuál es el proceso detrás de nuestra resistencia a cambiar no solo el nombre de una marca sino su imagen gráfica, y por qué las empresas igualmente intentan hacerlo. ![]() Hablando de Elon... hace unas semanas, la experta en la Antigüedad romana Mary Beard, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2016, regresó a Oviedo para una serie de encuentros con el público. Y en una conversación con Guillermo Fesser, cuando este le preguntó si era posible que los hombres, como se dijo viralmente, estuviesen obsesionados con el Imperio romano, ella respondió: “No sé si eso es cierto, pero si lo están no es por buenas razones". Eso mismo parecen indicar investigaciones como las de Oskar Aguado-Cantabrana: la extrema derecha de este siglo XXI se ha apropiado de la iconografía romana para aplicarla a la actualidad. Y así, reescribiendo el pasado, intenta determinar el futuro. ShhhhhHace unas semanas se publicó un libro precioso y tierno llamado Leonard y Hungry Paul, de Rónán Hession. Es una lectura muy placentera, en este mundo loco en el que vivimos, en la que se cuenta la historia de dos amigos, buena gente, rodeados también de buenas gentes, que pasan por una época de cambios en su vida y que se enfrentan a ellos de forma sencilla y honesta. Cuando leí que Hungry Paul fundaba un club del silencio, para aislarse del ruido actual, no pude evitar pensar en este artículo de Antonio Fernández Vicente en el que el autor, y un nutrido grupo de expertos, animan a prestar atención al otro y detener el jaleo que nos aturde la vida, y la cabeza. También animamos a leer Muros, el ensayo de David Frye que explica cómo la construcción de barreras ayudó a crear la civilización tal y como la conocemos hoy en día. Feliz fin de semana, Claudia Lorenzo Rubiera, editora de Cultura ![]() Vivimos en una época donde todo el mundo habla, pero nadie parece escuchar. Tenemos la atención dispersa y el silencio necesario para la escucha brilla por su ausencia. ![]() El ensayo 'Muros' analiza el papel que las barreras y fronteras físicas han tenido en el desarrollo de las civilizaciones. ![]() Tras más de tres años de guerra en Rusia y Ucrania, nos preguntamos si el origen del conflicto y su desarrollo son 'justos' de acuerdo con la Escuela de Salamanca. ![]() En ocasiones nos encontramos con personas que nos piden una ayuda. Es posible que en estos casos nos surja la duda de si estamos haciendo lo correcto. |