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Artículo destacado:

Hay un espectáculo natural que se repite cada primavera en Japón y que para los nipones tiene un profundo simbolismo. Me refiero, como imaginarán, a la floración masiva de los cerezos, que tiñe parques y jardines completos de tonos rosas y blancos. Dura poco, y en torno a él tiene lugar una celebración llamada Hanami que sirve de excusa para agradecer la propia vida (efímera) y potenciar la cohesión de la comunidad nipona. La belleza, definitivamente, les une y les hace mejores.

Además de inspirar una manera de entender la vida, la sakura sirve como fuente de inspiración literaria para los poetas maestros del haiku. Y lanza otro mensaje importante, ya que cuando se despide hasta la primavera siguiente deja paso a algo aún mejor: un fruto que destaca por sus propiedades nutricionales, al ser rico en vitaminas y antioxidantes como las antocianinas y la quercetina, según nos cuenta hoy Isabel Legaz Pérez, de la Universidad de Murcia.

Así, el haiku: “Flores de cerezo/¿por qué la prisa/para irse tan pronto?”, de Issa Kobayashi, tiene una respuesta: para convertirnos en cerezas.

Salud,