¿No aparecen imágenes? Versión web ![]() Todos somos otakusFeliz viernes, soy Claudia Lorenzo Rubiera, editora de Cultura. Una semana más vuelve a su bandeja de entrada Suplemento cultural. Otoño, como todos los años, ha empezado fuertecito en las salas de cine. Se entrelazan varias razones: la vuelta a la rutina, la inmediatez de las entregas de premios, la saturación de festivales de cine... El caso es que, una vez presentados ante la crítica, los estrenos plagados de grandes estrellas esperan que el público les eleve por encima del resto y produzca grandes beneficios. Y eso ha ocurrido, aunque no como se predecía en los círculos más cinéfilos. Porque, hace unas semanas, en los primeros puestos de la recaudación emergió una sorpresa. O, al menos, una sorpresa para quien no lo tuviese en el radar: Guardianes de la noche: la fortaleza infinita. La película, secuela del anime televisivo del mismo nombre, se estrenaba con la idea de triunfar en salas, habida cuenta de que eso había hecho el anterior largometraje en 2020. Pero más que triunfar, ha arrasado, convirtiéndose en el anime más taquillero de la historia. ![]() Eso, unido al hecho de que en las últimas semanas se ha visto cómo, por todo el mundo, los manifestantes de la generación Z enarbolaban la bandera pirata del manga (y también anime) One Piece, indica que el impacto de los dibujos animados japoneses ha alcanzado nuevas cotas. La puerta que se abrió en los 90 y de la que muchos fuimos televidentes -"Oliver, Benji, los magos del balón"- ha ido haciéndose cada vez más y más grande con ayuda, como explica Antonio Horno López de un incremento de la calidad de los productos. Por eso, el anime ya no es solo cuestión de unos pocos. Es un fenómeno mainstream. Un Nobel para descubrirlos "Todos los años igual", pensamos. Quiniela arriba, quiniela abajo, hacemos predicciones del Premio Nobel de Literatura y, como también esperamos, no damos una. Pues no. No en 2025, cuando finalmente el galardón ha recaído en un nombre que llevaba días circulando: László Krasznahorkai. Para celebrarlo (y situarlo al margen de las apuestas) la profesora de Lengua y Literatura Húngaras en la Universidad de Barcelona, Emőke Jámbor, ha trazado el perfil de un autor que "combina la melancolía centroeuropea con una visión apocalíptica del mundo moderno". Otro Nobel que está de actualidad es el noruego Jon Fosse, cuya nueva novela, Vaim acaba de publicarse en español. Una excusa tan buena como cualquier otra para repasar sus vínculos con el paisaje rural, mucho más que un telón de fondo en su obra. 50 años del fallecimiento de una memoria La memoria a veces es traicionera. La memoria histórica de un país, repleta de vaivenes, conflictos y alteraciones, todavía más. Pero conviene saber que hace poco menos de un siglo, antes de la catástrofe, España ardía creativamente y la modernidad era un tren imparable en el arte, la literatura y la música. Escribo esto mientras escucho a Rubén Lorenzo interpretar al piano las tres danzas de La romería de los cornudos, un ballet con argumento de Federico García Lorca y el dramaturgo Cipriano Rivas Cherif, coreografía original de "La Argentinita" y música compuesta por quien nos ocupa hoy: Gustavo Pittaluga González del Campillo. ![]() De su muerte se acaban de cumplir 50 años -mal recordados y homenajeados, como indica Juan Pablo Fernández-Cortés- a pesar de que no solo nos dejó su obra sino también sus esfuerzos en el exilio por mantener la memoria de aquella España que fue moderna. La moda se renueva Hablé no hace mucho de que la temporada no solo se inicia en las salas de cine, también en las pasarelas de moda. Este otoño desembarca una nueva generación de diseñadores (mayoritariamente, todo sea dicho, masculinos) que coparán la dirección de las grandes marcas. Uno de ellos es Jonathan Anderson, al frente de Dior. Sandra Bravo Durán explica a quienes, como yo, están menos familiarizados con la historia de la maison, por qué su último desfile han sido una bocanada de aire fresco no solo para Dior sino para todo el sector. Pequeñas y grandesY no abandonamos las pantallas porque noticias no faltan. Por un lado, tenemos el auge de las telenovelas turcas, que no solo sirve como promoción de una industria sino también de un país. Si lo vemos y nos gusta, queremos ir a conocerlo en persona. Ahí están Irlanda del Norte y Juego de tronos para demostrarlo. Y si, efectivamente, nos gusta y queremos ir a conocerlo en persona, también es cierto que, si lo escuchamos y nos apela, queremos profundizar en ello. Eso pasa con muchos monólogos, que entre risa y risa dejan un poso que hace pensar, lo que incomoda a los poderes políticos. Así lo están dejando claros los casos de Stephen Colbert y Jimmy Kimmel en Estados Unidos, no precisamente los primeros ejemplos de censura cómica en la historia de ese país. En este 2025 que estamos de aniversario, apuesto a que, cuando Jane Austen escribió hace tres siglos sobre el señor Darcy, no imaginaba que se iba a convertir en el ideal romántico que actualmente es (aunque puede que funcione mejor en el papel que en la realidad). La que seguro que tampoco se imaginó los derroteros que iba a tomar su personaje masculino cuando esbozó la personalidad de Heathcliff en Cumbres borrascosas es Emily Brontë. Sobre sus adaptaciones (y cómo se olvidan de medio libro) hablamos a propósito del tráiler de la última de ellas, que se estrenará el 14 de febrero de 2026 y que ya tiene haters. Aunque, en este 2025, ¿quién no los tiene? Feliz fin de semana, Claudia Lorenzo Rubiera, editora de Cultura ![]() Las telenovelas y series turcas están conquistando el mundo audiovisual. Pero su influencia va mucho más allá de la pantalla. ![]() Mort Sahl, Lenny Bruce, Dick Gregory, los Smothers Brothers... Estados Unidos intenta silenciar a sus cómicos desde hace años. ![]() El protagonista de 'Orgullo y prejuicio', la novela más conocida de Jane Austen, se ha beneficiado de las adaptaciones a la pantalla que construyeron una imagen de héroe romántico idealizado. ![]() La nueva versión de la obra de Emily Brontë, dirigida por Emerald Fennell, ya está dando mucho que hablar. |