|
|
Hoy en The Conversation:
Artículo destacado:
¿Qué tienen en común la tragedia del transbordador espacial Challenger, el accidente del Columbia y el hundimiento del Titanic? La respuesta correcta no es un fallo humano, sino unos materiales inadecuados.
Cuando en 1985 se encontraron los restos del Titanic en el fondo del Atlántico, estaba dividido en dos secciones separadas por unos 600 metros. Cuando los investigadores analizaron el acero de barco comprobaron que tenía una alta temperatura de transición dúctil-frágil, que hacía que se rompiera fácilmente a las bajas temperaturas de las aguas en las que navegaba. Lo mismo pasó en la Segunda Guerra Mundial con los buques Liberty Ships de Estados Unidos que se partieron por la mitad, según nos cuenta Paula Alvaredo Olmos, de la Universidad Carlos III de Madrid.
Por suerte, los avances en la ingeniería de materiales del siglo XX nos han permitido modificar la composición del acero para reducir (o casi eliminar), ese riesgo. Y también otros peligros, como el que provocó que el primer avión comercial a reacción, el Havilland DH.106 Comet, se desintegrase en pleno vuelo en Calcuta en 1954. ¿La razón? Las ventanas cuadradas.
Sorprendentemente, estas ventanas actuaban como concentradores de tensiones, lo que generaba grietas debido a los ciclos de presión durante los vuelos. Con cada ciclo, las fisuras aumentaban hasta provocar una descompresión explosiva, causando la desintegración del avión. Este descubrimiento resultó clave para la industria de la aviación, que adoptó las ventanas ovaladas que ahora vemos en los aviones.
Salud,
|
|
Elena Sanz
Directora
|
|
El Titanic durante su construcción.
Robert John Welch (1859-1936), official photographer for Harland & Wolff/Wikimedia Commons
Paula Alvaredo Olmos, Universidad Carlos III
Tragedias como el hundimiento del Titanic, la explosión del transbordador espacial Challenger o la rotura del puente Hasselt Road hoy no se habrían producido gracias al desarrollo en ciencia de materiales.
|
DimaBerlin/Shutterstock
Amaia Arroyo Sagasta, Mondragon Unibertsitatea
La prohibición del móvil en los centros educativos tiene impacto en las familias. Analizar las necesidades que implica y las estrategias que podemos articular nos puede ayudar en el clima familiar.
|
Yusuf Dikec durante la final de tiro 10 m pistola de aire equipos mixto en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Olympics
M. Rocío Bohórquez Gómez-Millán, Universidad de Sevilla; Maria Claudia Scurtu Tura, Universidad de Sevilla; Rosa Ana Llames Lavandera, Universidad de Sevilla
El caso de Yusuf Dikec en París 2024 ilustra cómo los estereotipos y las expectativas afectan nuestra percepción. Su imagen atípica como tirador olímpico generó sorpresa, viralización en redes y reflexiones sobre el sesgo social.
|
shutterstock.
Evgeniy Voytik/Shutterstock
Álvaro Carmona, Universidad Loyola Andalucía
Cuando vemos una película triste o nos dan una buenísima noticia, las lágrimas nos ayudan a procesar las emociones y comunicarles a los demás cómo nos sentimos.
|
ArtMari/Shutterstock
Jessica Blanco Marcos, UDIT - Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología
Reorientar la educación literaria y la formación lectora hacia las escritoras olvidadas es necesario, no por igualdad sino por calidad. Las obras tienen que pasar por las aulas para ser clásicos.
|
Stokkete/Shutterstock
Antoni Bergas Forteza, Universitat de les Illes Balears
Con el auge de la economía digital se puede decir que los datos tienen un valor similar al de recursos naturales tan valiosos como el petróleo.
|
Maryshot/Shutterstock
Iñaki Peña Legazkue, Universidad de Deusto; Lilian Victoria Morales Carrasco, Universidad Técnica de Ambato
Las recolectoras de plástico ecuatorianas generan un triple impacto, económico, social y ambiental, que no se ha visibilizado ni valorado como corresponde.
|
Grupo de actores de Radio San Sebastián retransmitiendo una obra de teatro.
Vicente Martín/Photo Carte/ Kutxa Fototeka
Carmen González Vázquez, Universidad Autónoma de Madrid
Las retransmisiones de obras de teatro por la radio fueron muy populares durante una época, en la que también hubo hueco para los dramaturgos clásicos.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|