Buenos días:

Más allá de las operaciones militares en Ucrania, Rusia está librando una intensa guerra en el terreno informativo utilizando como armas la desinformación, la censura y la propaganda. Su objetivo es manipular y adoctrinar a la ciudadanía y mejorar su imagen en el exterior para legitimar la invasión.

Internet supone un nuevo campo de combate donde convergen la política, los medios de comunicación y la opinión pública. En esta esfera, Rusia recurre a dos herramientas: las redes sociales y el entramado mediático formado por nombres como RT, Sputnik y Russia Today.

En este escaparate, el Kremlin ha presentado la invasión como respuesta a un supuesto genocidio en los territorios separatistas del Donbás, ha asociado Ucrania a un régimen neonazi y ha aludido al pasado común entre ambos países para justificar la guerra, nos explica el catedrático de Periodismo de la Universitat Jaume I Andreu Casero-Ripollés en el artículo que abre este resumen de la semana que termina.

Tradicionalmente, la Unión Europea no ha respondido con firmeza a la desinformación y la propaganda rusas. Pero esta vez, la Comisión Europea ha vetado los contenidos de RT, Sputnik y Russia Today. A su vez, Putin ha bloqueado a la prensa extranjera y nacional, además de Twitter y Facebook.

Si bien la situación exige tomar medidas drásticas, los investigadores del Instituto de Filosofía del CSIC Oriol Navarro y Astrid Wagner advierten de los riesgos “que la censura supone para la libertad de expresión”. La desinformación masiva “hace peligrar libertades fundamentales de las que no queremos ni podemos prescindir”.

Salud,