Dios de posibilidades
Al entrar en el 2017 es vital recordar que no entramos en este nuevo año solos. Dios con nosotros, Emmanuel, promete caminar a nuestro lado sin importar lo que se cruce en nuestro camino. Eso es algo de alivio en un mundo incierto y quebrantado, y complementando esto está la verdad que Dios está activo y trabajando en el mundo, redimiéndolo y trayendo su reino sobre la tierra, como lo es en el cielo. Dios nos invita a unirnos a él y colaborar en oración y trabajo alrededor del mundo.
Hay muchas historias en las Escrituras donde Dios muestra su corazón para trabajar con y junto a sus hijos o hijas que están trabajando por el cambio, o en situaciones difíciles. Dios parece cambiar el resultado de las cosas basado en nuestras acciones en la tierra - y muchas historias muestran esto, desde Abraham y Sodoma, y Moisés y los israelitas, a Jonás y Nínive, a Ezequías debatiendo con Dios acerca de la duración de su vida.
Algunas personas pueden preguntar si la oración hace alguna diferencia. La Biblia nos llama claramente a orar, a ponernos en la brecha, a orar sin cesar por todas las cosas. Y Jesús también nos muestra la importancia de la oración con su ejemplo.
Dios quiere lograr la redención de este mundo quebrantado y atraer a la gente a sí mismo, y elige usarnos y contar con nosotros en amor y sacrificio para ver el cambio y reflejar su corazón a todas las personas. Alentémonos unos a otros a tener una mayor conexión relacional con Dios, invirtiendo nuestra energía para interceder por el cambio que anhelamos ver, adorando a Dios por lo que está haciendo en nuestro mundo y clamando a él porque queremos ver que el quebrantamiento sane.
Orar y comunicarse con nuestro Creador en torno a los problemas que enfrentamos y vemos es como respirar inhalando y estar activamente involucrado en ver el cambio que anhelamos es como respirar exhalando. No podemos hacer uno sin el otro.
Un Dios de posibilidades - un Dios de amor - un Dios que interviene - un Dios que escoge usarnos, "vasos de barro" imperfectos (2 Corintios 4:7) - ¡este es el Dios al que servimos!
Continuemos trabajando para ver cambio en la tierra, amando a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos, y continuemos orando sin cesar (1 Tesalonicenses 5:16-18) y haciendo una alianza con Dios en oración por el mundo que amamos.
|