La frase “vacaciones escolares” tiene connotaciones muy distintas para niños, niñas y adolescentes, para docentes y maestros, y para padres, madres y familiares. Para los primeros es liberadora; para los últimos, en demasiadas ocasiones, un bomba programada cuyo tictac comienza a escucharse a finales de mayo y que, para estas fechas, muchos esperamos haber desactivado con algún viaje, campamentos, actividades y, en su justa medida, series y películas.

La convivencia familiar inevitablemente se intensifica, con las tensiones que ello supone. Pero hay trucos para que el tiempo de ocio en familia sea realmente divertido y no terreno abonado para el conflicto. Aprovechar para hablar con los más pequeños les ayuda a enriquecer el vocabulario, mientras que con los adolescentes puede ser el momento de compartir una serie que nos acerque a sus gustos e inquietudes.

Para algunos el motivo de preocupación tiene que ver con la duración: ¿son dos meses y medio demasiado tiempo para estar desconectados? ¿Deben los niños acudir a alguna academia, aprovechar el verano para no olvidar lo aprendido durante el curso?

Existe la creencia contraria: los estudiantes se merecen ese tiempo de descanso después de un curso largo y exigente, y, aseguran, “aburrirse es bueno”. ¿Pero sabemos de lo que hablamos cuando hablamos de aburrirnos? Una cosa es tener tiempo de reposo y otra el sufrimiento que produce que nuestras necesidades de estimulación cognitiva no sean saciadas.

Unas necesidades que pueden atenderse con un poco de planificación y de sentido común, como nos explica Fernando Trujillo, de la Universidad de Granada: se trata de aplicar lo que hemos ido aprendiendo durante el curso con actividades cotidianas como la fotografía, la escritura de postales o la realización de mapas. Algún deporte siempre viene bien y todavía mejor si podemos hacer alguna actividad que además sea de servicio a la comunidad.

Como dice este experto, se trata de encontrar la “dieta equilibrada” entre descanso, ocio y algunas actividades estimulantes.

¡Feliz verano!

Eva Catalán

Educación

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Aprender en verano más allá de la escuela: posibilidades y realidades

Fernando Trujillo Sáez, Universidad de Granada

La vida real es el mejor escenario para aplicar y afianzar lo aprendido durante el curso. Las vacaciones, bien planeadas, son el mejor momento. Y sin dejar de divertirse.

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Televisión, niños y verano: un trío que funciona muy bien si sabemos sacarle partido

María del Mar Grandío Pérez, Universidad de Murcia

A pesar de la demonización de la televisión y del uso que los niños hacen de ella, especialmente en estas fechas, faltan evidencias científicas de que ver la tele sea perjudicial para los pequeños.

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Diez reglas sencillas para pasarlo bien jugando con nuestros hijos

Luis Valero Aguayo, Universidad de Málaga

Existen unas pautas sencillas que favorecen una buena relación paternofilial. Se basan en compartir experiencias de juego, pero evitando dirigir, regañar o instruir.

El vocabulario de un niño influye su habilidad linguística como adolescente. Shutterstock.com

Cómo desarrollar el vocabulario de su niño: 7 formas

David Dickinson, Vanderbilt University

Para los niños, una sólida habilidad lingüística está asociada con muchos efectos positivos, incluyendo felicidad, amistades, conexiones con la familia, logros académicos y una carrera satisfactoria.

Euphoria (HBO, 2019).

De ‘Élite’ a ‘Euphoria’: sexualidades, relaciones, sentimientos y preocupaciones adolescentes

Maria-Jose Masanet, Universitat de Barcelona

Las series adolescentes son cada vez más arriesgadas y “escandalosas”. La española ‘Élite’ y las estadounidenses ‘Euphoria’ o ‘Por trece razones’ podrían ser una buena forma de acercarse a la narrativa adolescente en familia.

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Tareas en verano: ¿mejor repasar o desconectar?

Maite Mijancos Gurruchaga, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

El verano es para aprovechar el tiempo de ocio y para formar a los más pequeños en habilidades que normalmente no cultivan. También para hacer algunas actividades de repaso escolar, pero con mesura.

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¿Necesitamos tiempo para aburrirnos?

Josefa Ros Velasco, Universidad Complutense de Madrid

Quien se queja de no tener tiempo para aburrirse está confundiendo los términos. Lo que anhelamos es tiempo para hacer lo que queramos, conscientemente.

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Vacaciones sin tocar los libros… ¿y también sin hacer deporte?

Sixto González-Víllora, Universidad de Castilla-La Mancha

La Educación Física que se imparte en los colegios ya no es lo que muchos conocían como “gimnasia”. Esta actividad pretende otros objetivos más allá del deporte. La mala noticia es que, según la OMS, su práctica en los colegios es claramente insuficiente.

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Cuatro claves imprescindibles para conseguir dar a nuestros hijos tiempo de calidad

Rocío Paños Babin, Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud

Las circunstancias vitales de muchos padres y madres no les permiten pasar con sus hijos todo el tiempo que quisieran y el poco que pasan no saben cómo convertirlo en tiempo de calidad. Estas 4 claves le ayudarán a disfrutar de las horas que pasan juntos.