Buenos días:

Quizá lo haya notado durante estas fiestas. A nuestro cerebro le cuesta muy poco adaptarse a las vacaciones: al ocio, a la relajación y a la vida social. Sin embargo, no ocurre lo mismo a la inversa. Volver a la rutina laboral implica un proceso más complejo para asumir de nuevo el estrés, lo horarios y las exigencias del trabajo.

El problema es que nuestra mente y nuestro cuerpo pueden anticiparse y recordarnos lo que nos espera en la oficina mientras aún estamos descansando, provocándonos lo que se conoce como ansiedad anticipatoria.

En el artículo que abre este resumen de la semana que termina, la profesora de la Universidad Internacional de Valencia María J. García-Rubio nos explica los porqués de estos pensamientos intrusivos y cómo pueden afectarnos.

Por su parte, Edwin Fernández Cruz, de la Universidad Internacional de La Rioja, nos da las claves para que el mayor consumo de azúcares y grasas propio de estas fechas no afecte demasiado a nuestros niveles de colesterol.

Y la profesora de la Universidad Rey Juan Carlos Marta de Miguel Zamora hace un repaso por las características de los anuncios más emotivos que hemos visto, y aún continuaremos viendo, durante estas semanas.

Les deseamos un feliz Año Nuevo.

Salud,