Buenos días,

Todavía hoy, tener un trabajo no sirve para garantizar una vida digna a millones de personas en todo el mundo. Horas interminables de labor, condiciones extremas de inseguridad, falta absoluta de los derechos laborales más básicos… En 2023, cuando en muchos países se plantea aplicar la semana laboral de 4 días y los gurús tecnológicos anuncian los riesgos que implica para la organización del trabajo la llegada del chatGPT, hay quienes trabajan en condiciones de semiesclavitud. Y muchos de ellos son menores.

Las cifras que maneja la Organización Internacional del Trabajo son estremecedoras: según sus estimaciones, en 2021 había 160 millones de niños y adolescentes trabajadores en el mundo, de los que 3,3 millones lo harían en situación de trabajo forzoso. Y unos 80 millones estarían desempeñando trabajos peligrosos que ponen en riesgo su integridad física y moral.

En términos de trabajo y pobreza, la OIT estima que el año pasado 214 millones de personas empleadas en el mundo (aproximadamente el 6,4 % del total) vivían en situación de pobreza extrema. Es decir, con ingresos inferiores a 1,90 dólares estadounidenses al día.

Lo más descorazonador es que la OIT señala en su informe de enero de 2023 que “a falta de avances significativos (…) será imposible cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 1, esto es, la erradicación de la pobreza en todas sus formas”. Primer compromiso fallido de la Agenda 2030.

Este 1 de mayo, la profesora Ángela García Alaminos, de la Universidad de Castilla-La Mancha (España), nos recuerda en su artículo “¿Nos sigue conmocionando la precariedad laboral?” algunos casos flagrantes de explotación laboral que, en sus palabras, fueron como fogonazos de realidad en estos tiempos líquidos.

Están las penosas condiciones de los mineros congoleños que extraen el cobalto, un mineral que la industria tecnológica usa para prolongar la vida de las baterías de litio de los cacharros que llevamos en nuestros bolsillos.

También la situación de semiesclavitud en la que miles de trabajadores inmigrantes construyeron los estadios e infraestructuras en las que se celebró el Mundial de Fútbol Qatar 2022. Y nos acordamos, sobre todo, de un Messi exultante, alzando el trofeo envuelto en un bisht, la indumentaria más honorífica de los cataríes.

Sin olvidar la explotación de muchos niños migrantes que atraviesan solos la frontera estadounidense y acaban trabajando en oficios durísimos. Algunos, empaquetando esos Cheetos que están tan buenos y que nos dejan los dedos manchados de naranja.

Probablemente a muchos de estos semiesclavos del siglo XXI, que no logran alcanzar una vida digna a través del trabajo, la llegada de la inteligencia artificial al mundo laboral no les afecte demasiado: ¿quién se arriesgaría a perder una máquina de última tecnología en un corrimiento de tierra en una mina perdida en lo más profundo de África?

Salud,

Elba Astorga

Economía

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¿Nos sigue conmocionando la precariedad laboral?

Ángela García-Alaminos, Universidad de Castilla-La Mancha

El 1 de mayo debe ser una jornada para tomar conciencia de las injusticias que se siguen cometiendo en el ámbito laboral.

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Cómo protegerse de compañeros de trabajo tóxicos

Iván Fernández Suárez, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

El lugar de trabajo es punto de encuentro de personas de orígenes y comportamientos diversos. A veces hay compañeros de tóxicos y se deben tomar medidas personales y organizacionales para minimizar sus efectos negativos.

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Logros y luchas femeninas en el mercado laboral español

Inmaculada Cebrián López, Universidad de Alcalá

Aunque la reforma laboral ha reducido la precariedad y la subida del SMI la pobreza de las mujeres trabajadoras, que trabajen menos horas (contratos de media jornada) y en sectores peor pagados mantiene la brecha entre ellos y ellas en el mercado laboral español.

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Inteligencia artificial y poder de mercado: una alianza peligrosa para el empleo (y la democracia)

Joan Torrent-Sellens, UOC - Universitat Oberta de Catalunya

En la mayoría de los sectores de la economía unas pocas empresas, las “superestrellas”, tienen un enorme poder que va más allá del mercado. Estas empresas utilizan la innovación, sobre todo, para proteger su negocio o para ampliar su poder de mercado.

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Sostenibilidad y democracia en el lugar de trabajo

Mario Pansera, Universidade de Vigo

La participación de los trabajadores en la toma de decisiones en su lugar de trabajo es fundamental para garantizar una transición ecológica justa y efectiva.