Buenos días:

En la violencia sexual facilitada por drogas, el agresor se aprovecha de los efectos de sustancias psicoactivas para abusar de la víctima. Un reciente estudio revela que, en España, el 37.9 % de la población de entre 18 a 35 años la ha sufrido alguna vez en la vida en contextos de fiesta, en su mayor parte mujeres.

“Las cifras evidencian la gravedad de un problema de salud pública que requiere una acción urgente”, subraya el investigador de la Universidad de Alcalá Pablo Prego Meleiro en el artículo que da comienzo a este resumen de la semana que despedimos.

Aunque cada vez se conoce más sobre este tipo de violencia, lo cierto es que todavía existe una percepción social distorsionada sobre ella. Expresiones como “sumisión química” o “vulnerabilidad química”, empleadas ampliamente para referirse a esta conducta, pueden generar confusión. La principal sustancia involucrada no es la burundanga ni otros químicos conocidos como “drogas de la violación”, sino el alcohol.

Y otro dato: en la mayoría de los casos, los agresores se aprovechan de la vulnerabilidad de víctimas que han consumido alguna de estas sustancias voluntariamente, lo que puede llevar a potenciar el temor y la vergüenza que condicionan su silencio.

El autor señala la necesidad de aumentar la sensibilización social sobre esta conducta para que todas las personas afectadas puedan superar estigmas y buscar ayuda, independientemente de si el consumo de drogas fue involuntario o voluntario.

Salud,