Buenos días:

Hace 66 millones de años, un enorme asteroide de unos 12 kilómetros de diámetro cayó frente a la península del Yucatán (México). Su impacto dio lugar al cráter Chicxulub, descubierto por casualidad a finales de los años 70 mientras se buscaban recursos petrolíferos, y tuvo consecuencias catastróficas a nivel global.

¿Qué ocurrió después de aquella colisión para que se extinguieran alrededor del 75% de las especies de la Tierra, incluidos los dinosaurios?

Hasta hace poco, existían evidencias de que el hollín causado por los incendios debidos al impacto y los gases expulsados por el cráter desencadenaron un invierno planetario, pero aún se desconocían muchos detalles y no estaba claro qué causó la extinción masiva.

En el artículo que abre este resumen semanal, el investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE - CSIC) Josep M. Trigo Rodríguez expone los resultados de un reciente estudio que despeja algunas de las incógnitas.

Utilizando simulaciones y modelos paleoclimáticos, el trabajo demuestra que el polvo fino desprendido por el cráter permaneció 15 años en la atmósfera oscureciendo el planeta, lo que contribuyó a que la temperatura cayese hasta 15°C.

Los efectos en los ecosistemas resultaron fatales: la fotosíntesis no fue posible durante casi dos años, destruyendo la cadena trófica y provocando una hambruna generalizada. Aquellos seres vivos que no estaban adaptados para sobrevivir a las condiciones de oscuridad, frío y falta de alimentos sufrieron extinciones masivas.

De acuerdo con el reciente estudio, el polvo más fino, junto con el hollín y elementos químicos como el azufre, fueron los principales motores del cambio de era que significó la desaparición de los dinosaurios.

Salud,